Comprar una casa no es una decisión sencilla. Hay una gran cantidad
de elementos que inciden en lo que terminaremos haciendo. Por eso,
cuando hayamos decidido cuál es la casa que más nos gusta, debemos tener
la mente clara para determinar cuál es el precio que la casa que
queremos comprar merece efectivamente.
Es frecuente que cuando ya hemos realizado todos los trámites,
consultado a todos los especialistas, leído y releído hasta el cansancio
todos los catálogos de inmobiliarias,
nuestra percepción de la casa que nos agrada y por la que estamos
dispuestos a desembolsar una gran cantidad de dinero se trastoque.
En un momento podrá parecernos una casa de lujo, que bien vale un
buen dinero, y en otro podremos cambiar repentinamente de opinión y
pensar que en realidad el precio que nos ofrecen es muy abultado. Por
eso siempre hay que estar abierto a todas las opiniones que nos puedan
ayudar a determinar cuál es el precio real que debemos pagar por una
casa.
Para hacerlo, es imprescindible asesorarnos con un agente
inmobiliario. Si es de confianza, mucho mejor. El agente nos guiará, nos
dará su punto de vista, compartirá su experiencia, nos mostrará casos
parecidos y finalmente terminará llevándonos a la mejor opción.
Por supuesto que también debemos utilizar uno de los bienes más
preciados que tenemos, que es el sentido común. Jamás debemos caer en el
error de tomar lo que dice el agente o nuestros amigos o familia a pies
juntillas. Quien decide la compra es usted, sus amigos le dan
simplemente puntos de vista. Esto es necesario tenerlo claro para no
cometer errores que después nos podrían costar muy caros.
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